La Pesadilla: un acercamiento dramatizado al terror real de la parálisis del sueño y los visitantes de dormitorio

Lo primero que tengo que decir en esta entrada,que no será excesivamente larga porque leerme no es el objetivo prioritario de ella, es que el autor de esta entrada que está leyendo ha sufrido durante muchos años el extraño fenómeno de la parálisis del sueño, de cabalgar involuntariamente entre el sueño profundo y la vigilia. Sólo alguien que se haya visto sometido a esta tortura bizarra me podrá comprender y por eso pido disculpas si no puedo llegar a transmitir el profundo horror que se puede llegar a sentir y que según algunos especialistas puede llegar a matar literalmente de miedo.

Siempre he presumido que en situaciones de crisis mi actitud, sin considerarse valiente, tampoco era apocada, he volado, esquiado y escalado toda la vida, he viajado solo por cuatro continente y en más ocasiones de las que me gusta recordar me he visto en situaciones sumamente comprometidas donde dejarme llevar por el miedo podría haberme costado la vida. Pero desde bastante joven supe que había una situación contra la que no podía en alguna forma luchar y de la que sólo me cabía esperar que pasara rápido y que no me costara la razón o la vida.

Sucedía todas las malditas noche, lo notaba llegar como una especie de cosquilleo que en pocos segundos afectaba de forma completa paralizándome completamente y con un cuerpo que sólo me obedecía al esfuerzo respiratorio y al movimiento ocular. Nunca he sentido una sensación de vulnerabilidad tan extrema, pero lo peor no era eso, las alucinaciones, y quiero pensar que lo son, hipnagógicas e hipnopómpicas, la sensacion absoluta de ser observado, la tangibilidad de esas figuras de las que solo vemos los contornos, hostiles, silenciosas, con masa, sonido y, por favor no me tomen por loco, una maldad sólida como un jodido ladrillo.

https://www.area-documental.com/player.php?titulo=La%20Pesadilla

Fueron muchos años de miedo al irme adormir. Estudié e investigué, porque los despertares con un gran alarido de terror y liberación sabía que me llegarían a matar un día u otro y quizá tengan su parte en mis infartos. Quise comprender esa situación de terror e indefensión, no saqué nada en claro, pero llegué a conocer al enemigo, aguantaba, cerraba los ojos consciente de esas presencias hostiles, aguantaba, aguantaba, incluso llegué a aprender, cuando se aproximaba la situación y todavía no había sido paralizado, a levantarme , despejarme y volver a empezar el proceso con la esperanza de tener una oportunidad de conciliar el sueño con normalidad, con esa normalidad de otros que tanta envidia me llegó a suscitar.

No quiero alargarme mucho más. Después de los infartos, al fin estos episodios desaparecieron y los sueños lúcidos y aquellos de los que siempre guardo un recuerdo nítido y realista han transformado mis noches de un mundo de terror en un mundo tan interesante que me han llegado actualmente a provocar casi una adicción, y de no querer dormir he pasado a no desear volver al mundo vigil. Somos extraños, ¡qué le vamos a hacer! No les canso mucho más. Hablemos del docudrama que hoy les traigo.

«La Pesadilla», con un formato entre documental y película de terror explora la parálisis de sueño a través de ocho protagonistas que han sufrido lo que ha sufrido el que les cuenta esto. fueron elegidos a través de foros, documentación existente sobre el tema y otros medios. Dirigido por Rodney Ascher en 2015 y con una duración de 94 minutos, quiere que conozcamos la pesadilla definitiva. solo puedo desde aquí asegurarles que prescindiendo de su formato (nunca cae en lo ensayístico) el director norteamericano elabora un producto cinematográfico que sin ser ficción construye uno de los productos más aterradores del cine actual. Les invito a compartir este mundo aterrador con «LA PESADILLA» y vigilen su espalda cuando viajen al mundo del sueño.