Alan Turing, el creador del test que define la IA

ALAN TURING

En 1998 Taurus publicó un breve título de John L. Casti, «El Quinteto de Cambridge» en el que se narra la cena a la que el novelista y físico C.P. Snow invitó al físico Schrödinger, el filósofo Wittgenstein, el genetista Haldane y el hombre, Alan Turing, que nos ocupa recreando un hipotético momento único y emocionante en que se reconstruye lo que cada uno de estos grandes hombres podría haber dicho si la citada cena se hubiera producido en realidad.

Alan Mathison Turing nació en 1912 en Londres y su vida en cuanto a sus intereses fue tan interesante y activa como dramático fue el final de su vida. No solo fue el creador del test que lleva su nombre y que define la IA, fue el precursor de la criptografía avanzada, interesado en la biología, lógico matemático y filósofo y un atleta consumado. De formación exquisita, fue alumno del king´s College y posteriormente de Princeton.

En 1937 publicó un célebre artículo en el que definió una máquina calculadora de capacidad infinita (máquina de Turing) que operaba basándose en una serie de instrucciones lógicas, sentando así las bases del concepto moderno de algoritmo. Al entrar en la Gran Guerra, Gran Bretaña, en septiembre de 1939, Turing fue convocado a Bletchley Park, donde se encontraba el Servicio Británico de Descifrado o como lo llamaríamos ahora criptografía junto a otras casi 10.000 personas para trabajar en el descifrado de la comunicaciones del mando alemán.

El cifrado nazi se realizaba con la máquina ENIGMA desarrollada en 1918. El cifrado lo hacían a través de una máquina de sistema rotatorio. Enigma había sido inventada en 1918 por Arthur Scherbius similar a una máquina de escribir portátil dispuesta con tres rotores giratorios, con la que se podían implementar más de diez mil billones de configuraciones distintas. Debido al carácter portátil de la máquina, los operadores de Enigma podían estar situados en los puestos de mando, interior de los tanques, submarinos, en bombarderos, etc. ​

MÁQUINA ENIGMA

El equipo liderado por Turing encontró pautas en los mensajes con lo que pudieron detectar una fracción de su funcionamiento. La solución llegó cuando Turing se planteó si haría falta otra máquina destino para poder leer los mensajes cifrados. A este propósito diseñó BOMBE con la que a partir de deducciones lógicas encontró la configuración de los rotores, estando acabado el primer prototipo el 14 de Marzo de 1940. Los británicos llegaron a disponer de hasta 200 unidades de BOMBE y se puede decir que Turing y su equipo, trabajando calladamente fueron uno de los factores más relevantes par derrotar al Tercer Reich. Solo en la década de los 70 este relevante trabajo fue sacado a la luz pública.

Turing en 1947 comenzó a trabajar n el laboratorio Nacional de Física en el Automatic Computer Engine o Motor de Computación Automática creando también el Abbreviated Code Instruction precursor de los lenguajes de programación. En ese año se tomó un año sabático durante el cual escribió su trabajo pionero sobre inteligencia artificial, trbajo que no fue publicado en vida de Turing.

A mediados de 1948 fue nombrado director delegado del laboratorio de computación de la Universidad de Mánchester y trabajó en el software de una de las primeras computadoras reales, la Manchester Mark I. Durante esta etapa también realizó estudios más abstractos y en su artículo de octubre de 1950 «Computing machinery and intelligence» Turing trató el problema de la IA y propuso un experimento que hoy se conoce como Test de Turing, con la intención de definir una prueba estándar por la que una máquina podría catalogarse como inteligente o al menos una máquina de la que otro ser humano no pudiera discernir si era un ser humano o no. Trabajó además en el desarrollo de la cibernética junto a Norman Weimer, que pretende establecer un sistema de comunicación entre el hombre y la máquina como premisa fundamental para administrar los sistemas de control. Hasta su desdichado fallecimiento en 1954 trabajó en biología matemática y su aplicación en morfogénesis y embriología estudiando la filotaxia de la serie de Fibonacci en los patrones de crecimiento vegetal.

Su carrera profesional se vio truncada por su homosexualidad castigada en gran Bretaña con la cárcel a no ser que se aceptara una terapia de castración química. El genio de Turing, igual que el de Wilde 50 años antes se vió aplastado por estúpidos prejuicios que lo sumieron en una grave depresión que acabó de la manera más poética posible. Comió una manzana impregnada en cianuro el 7 de Junio de 1954.

¿Hasta donde podría haber llegado Turing si no hubiera sido por la profunda estupidez de sus compatriotas? Nunca lo sabremos. Lo que seguro que sabemos es lo que ha cambiado y cambiará nuestro mundo la evolución y análisis del test que lleva su nombre.

TEST DE TURING

TEST DE TURING

Este test está basado en el juego de la imitación. El juego original descrito por Turing proponía un juego que involucraba a tres jugadores. El jugador A es un hombre, el jugador B es una mujer y el jugador C (quien tiene el rol de interrogador) es de cualquier sexo. En el juego, el jugador C no tiene contacto visual con ninguno de los otros jugadores y se puede comunicar con ellos por medio de notas escritas. Al hacerles preguntas a los jugadores, el jugador C intenta determinar cuál de los dos es el hombre y cual la mujer. El jugador A intentará engañar al interrogador haciéndole escoger erróneamente mientras que el jugador B le auxiliará al interrogador en escoger al jugador correcto.

Turing propuso que el rol del jugador A lo cumpliera una computadora para que esta tuviera que pretender ser mujer e intentara guiar al interrogador a la respuesta incorrecta. El éxito de la computadora seria determinado al comparar el resultado del juego cuando el jugador A es la computadora junto con el resultado del juego cuando el jugador A es un hombre. Turing afirmó que si “el interrogador decide erróneamente tan frecuentemente cuando el juego es jugado [con la computadora] como cuando el juego es jugado entre un hombre y una mujer”, se podrá argumentar que la computadora es inteligente.

Finalmente Turing propuso que un humano evaluara conversaciones en lenguaje natural entre un humano y una máquina diseñada para generar respuestas similares a las de un humano. El evaluador sabría que uno de los participantes de la conversación es una máquina y los intervinientes serían separados unos de otros. La conversación estaría limitada a un medio únicamente textual como un teclado y un monitor por lo que sería irrelevante la capacidad de la máquina de transformar texto en habla.​ En el caso de que el evaluador no pueda distinguir entre el humano y la máquina acertadamente (Turing originalmente sugirió que la máquina debía convencer a un evaluador, después de 5 minutos de conversación, el 70 % del tiempo), la máquina habría pasado la prueba. Esta prueba no evalúa el conocimiento de la máquina en cuanto a su capacidad de responder preguntas correctamente, solo se toma en cuenta la capacidad de esta de generar respuestas similares a las que daría un humano.