CIBERPUNK, ¿Miradas al futuro o ecos del pasado?

cibrepunk territorio toxicoAndaba un día de paso por la casa de unos buenos amigos de camino al Pirineo. Estos amigos, hay que decirlo, tienen una gran biblioteca y cuando me retiro siempre les pido que me recomienden un libro para hojear unas páginas, siempre bien fiado en el gusto y originalidad de estos colegas. Así cayó en mis manos «Criptonomicón», la obra maestra de Neal Stephenson y según dicen algunos la Biblia del movimiento Ciberpunk. Originalmente publicada por la editorial Avon el 4 de mayo de 1999 en los Estados Unidos, yo ya la lei en castellano en la edición de 2002 que salió en un sólo volumen de Ediciones B. Dividida en tres partes: El código Enigma, El código Pontifex y El código Aretusa, me dejó tan sumamente anonadado por lo original de su planteamiento que el ciberpunk ya pasó a formar parte de mi imaginario particular.

Debo aclarar antes de proseguir con el post, que Criptonomicón, formalmente, no es considerado en muchos ámbitos ciberpunk, aunque sus planteamientos y lo complejo y poliédrico de su trama a mi me lo parecen.

El Ciberpunk surge como un subgénero bastardo de la ciencia ficción, donde los protagonistas viven en una sociedad distópica tecnológícamente avanzada y donde los seres humanos sobreviven bajo premisas, podríamos decir que de bajo nivel de vida. Auna ciencias como la informática y la cibernética conviviendo con una sociedad disfuncional , empobrecida y desintegrada en la que de alguna manera sus protagonistas persiguen algún tipo de cambio radical en el orden social.

El ciberpunk huye de las grandes tramas épicas al estilo de I. Asimov en «La Fundación» o de la genial obra de Herbert «Dune». Más en la línea de Philip K. Dick, autor de la obra precursora de la película Blade Runner «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» y de la primera entrega de la trilogía de «Matrix». El ciberpunk nos dibuja una sociedad deprimente donde la tecnología no ha solucionado los problemas atávicos de las sociedades humanas (como esperaría el positivista Compte), más bien al contrario, la tecnología se convierte en el factor determinante que deshumaniza la sociedad, dividiéndola claramente entre los privilegiados y los que no lo son. El ciberpunk dibuja un mundo siniestro donde la tecnología parasita al ser humano y donde los protagonistas tienden a moverse en entornos oscuros, pesimistas, duros, propios de la novela negra con protagonistas cargados de fatalidad y falta de fe en un futuro tecnológico que los ha defraudado, que les prometió la redención en base al avance de la tecnología y que finalmente de una manera u otra los esclaviza.

Philip K.Dick Blade Runner CiberpunkEl ciberpunk se estableca a partir de los ochenta del pasado siglo como un género profético, que pronostica una red de redes controlada por las grandes corporaciones, desvinculada de la población y dedicada al control enfermizo de la actividad humana. En estos términos el ciberpunk se erige como un movimiento contracultural, deudor de una tradición libertaria que desconfía de las nuevas tecnologías, que si bien pueden proporcionar un mayor nivel de bienestar (normalmente a los menos), también tienen el fin bastardo del control del individuo. De hecho, es impactante que autores como Gibson («Neuromante») no esciben acerca de un futuro probable, sino de un mundo deshumanizado que ya es.

En literatura, el ciberpunk tuvo muchos detractores que le achacaban una falta de calidad e innovación narrativa que estaba muy presente en los grandes de la Sci-Fi de los años sesenta como Clark o Bradbury. En cualquier caso su ruptura con la Sci-Fi tradicional lo convirtió en una nueva ola que atrajo a nuevos autores que originalmente no se integraban en este movimiento. Al mismo tiempo se convirtió en un movimiento con el que Hollywood obtuvo y sigue obteniendo grandes beneficios en las taquillas. El ciber punk ya se ha establecido en las últimas tres décadas como un movimiento consolidado que abarca desde la producción musical con géneros músicales como  el drum and bass y su variante neurofunk, hasta el anime y el manga con obras maestras como Akira y una subcultura derivada en el mundo de los videojuegos (Final Fantasy o Deux Ex) y de los juegos de rol (Shadowrun).

Por último, y como a un género que ya cuenta con más de tres décadas, el ciberpunk ha sufrido variaciones segun distintas escuelas como el Biopunk, el Steampunk, el Dieselpunk o el Wirepunk, de los que quizá hablemos en otros posts. A continuación os dejamos una serie de obras de todo género que son imprescindibles para entender este movimiento contracultural y muy controvertido.

Sociedad Distópica CiberpunkLiteratura:

Bruce Bethke, «Ciberpunk»; William Gibson, «Neuromante»; Philip K. Dick, «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?»; Bruce Sterling, «La máquina diferencial»; Neal Stephenson, «La era del diamante»; Warren Ellis, «Transmetropolitan».

Cine y Televisión:

Jean-Luc Godar, «Alphaville»; Ridley Scott, «Blade Runner»; Hermanos Wachowsky, «The Matrix»; Robert Longo, «Johnny Mnemonic»; Steven Spielberg, «Minority Report»; Paul Verhoeven, «Robocop», Lorimar Productions, «Max Headroom (La Serie)».

Anime:

Akira, Cowboy Bebop, Trigun, Desert Punk, Battle Angel Alita, Bubblegum Crisis, Armitage III, Armitage Dual Matrix, Silent Möbius, Serial Experiments Lain, Texhnolyze, Boogiepop Phamtom, Appleseed, Ergo Proxy, Psycho Pass y Ghost in the Shell.

Música:

Cybotron, Kraftwerk, Voivod, Sigue Sigue Sputnik, The Cassandra Complex,

Juegos:

Deus Ex, System Shock, Final Fantasy, Snatcher, Enter the Matrix , Mega Man, Ciberpunk 2020, Shadowrun, freeware Beneath, Steel Sky, Neuromancer, Bloodnet, Hell: A Ciberpunk Thriller